Premio Hans Christian Andersen

¿Qué es el Premio Hans Christian Andersen?

El Premio Hans Christian Andersen, conocido también como el “Pequeño Premio Nobel”, es el galardón internacional bienal que otorga IBBY, la Organización Internacional del Libro Infantil y Juvenil, como reconocimiento a la trayectoria y a la contribución perdurable de la obra de un autor vivo a la literatura infantil y juvenil. Es el galardón más importante para el campo de la literatura infantil y juvenil, y se otorga luego de un pormenorizado proceso de selección que comienza con la presentación de candidaturas, desde cada país miembro de IBBY.

El Premio Hans Christian Andersen se entrega en dos categorías, escritor/a e ilustrador/a, y para cada edición del premio, los países miembro de la organización eligen a sus candidatos que mejor los representan.

En la Argentina la institución encargada de seleccionar a los candidatos al Premio Andersen es ALIJA como sección nacional de IBBY. Luego de este proceso que dura meses, se llega a la confección de una lista de solo cinco finalistas en cada categoría, los mejores cinco autores y los mejores cinco ilustradores, que todavía atravesarán una nueva etapa hasta llegar, por votación democrática y muy consensuada, a los ganadores. El premio se anuncia en la Feria del Libro Infantil de Bolonia.

El galardón lleva el nombre del escritor danés Hans Christian Andersen, y su Majestad la reina Margarita II de Dinamarca es su patrona. El programa Premios Andersen cuenta con el apoyo y soporte financiero de Nami Island, de la república de Korea. Este premio otorga a los ganadores una medalla de oro y un diploma que se entregan en el Congreso de IBBY que se celebra el mismo año del anuncio.

El premio Hans Christian Andersen es la máxima distinción internacional otorgada a las y los creadores de libros para la infancia y juventud. Este premio, que IBBY (International Board on Books for Young People) otorga cada dos años, reconoce la trayectoria de toda una vida las y los autores, cuyas obras han realizado una contribución importante para la literatura infantil y juvenil. Se entrega en dos categorías: escritura e ilustración.

https://www.ibby.org/awards-activities/awards/hans-christian-andersen-award/hans-christian-andersen-awards-2022

Autoras y autores argentinos que han sido reconocidos en el H. C. Andersen

María Cristina Ramos es la finalista al premio Hans Christian Andersen 2022

Gusti (Gustavo Rosenfett) es el finalista al premio Hans Christian Andersen 2022

María Cristina Ramos es la finalista al premio Hans Christian Andersen 2020

Pablo Bernasconi es finalista el premio Hans Christian Andersen 2018

María Teresa Andruetto fue la ganadora del Premio Hans Christian Andersen 2012, en reconocimiento a la contribución excepcional de la obra de la autora. El veredicto se comunicó el 19 de marzo, en la Feria del Libro Infantil de Bolonia 2012.

María Elena Walsh, fue nombrada como «Altamente distinguida» (Highly commended), en los H. C. Andersen de 1986.

Esta es la lista histórica de ganadores en la categoría Autor (escritura),  instituida en el año 1956.

  • 1956 – Eleanor Farjeon (Gran Bretaña)
  • 1958 – Astrid Lindgren (Suecia)
  • 1960 – Erich Kästner (Alemania)
  • 1962 – Meindert DeJong (USA)
  • 1964 – René Guillot (Francia)
  • 1966 – Tove Jansson (Finlandia)
  • 1968 – James Krüss (Alemania), José Maria Sanchez-Silva (España)
  • 1970 – Gianni Rodari (Italia)
  • 1972 – Scott O’Dell (USA)
  • 1974 – Maria Gripe (Suecia)
  • 1976 – Cecil Bødker (Dinamarca)
  • 1978 – Paula Fox (USA)
  • 1980 – Bohumil Říha (Checoslovaquia)
  • 1982 – Lygia Bojunga Nunes (Brasil)
  • 1984 – Christine Nöstlinger (Austria)
  • 1986 – Patricia Wrightson (Australia)
  • 1988 – Annie M. G. Schmidt (Holanda)
  • 1990 – Tormod Haugen (Noruega)
  • 1992 – Virginia Hamilton (USA)
  • 1994 – Michio Mado (Japón)
  • 1996 – Uri Orlev (Israel)
  • 1998 – Katherine Paterson (USA)
  • 2000 – Ana Maria Machado (Brasil)
  • 2002 – Aidan Chambers (Gran Bretaña)
  • 2004 – Martin Waddell (Irlanda)
  • 2006 – Margaret Mahy (Nueva Zelanda)
  • 2008 – Jürg Schubiger (Suiza)
  • 2010 – David Almond (Gran Bretaña)
  • 2012 – María Teresa Andruetto (Argentina)
  • 2014 – Naoko Uehashi (Japón)
  • 2016 – Cao Wenxuan (China)
  • 2018 – Eiko Kadono (Japón)
  • 2020 – Jacqueline Woodson (USA)
  • 2022 – Marie-Aude Murail (Francia)

Esta es la lista histórica de ganadores en la categoría Ilustración,  instituida en el año 1966.

  • 1966 – Alois Carigiet (Suiza)
  • 1968 – Jiří Trnka (Chescolovaquia)
  • 1970 – Maurice Sendak (USA)
  • 1972 – Ib Spang Olsen (Dinamarca)
  • 1974 – Farshid Mesghali (Irán)
  • 1976 – Tatjana Mawrina (USSR)
  • 1978 – Svend Otto S. (Dinamarca)
  • 1980 – Suekichi Akaba (Japón)
  • 1982 – Zbigniew Rychlicki (Polonia)
  • 1984 – Mitsumasa Anno (Japón)
  • 1986 – Robert Ingpen (Australia)
  • 1988 – Dusan Kállay (Chescolovaquia)
  • 1990 – Lisbeth Zwerger (Austria)
  • 1992 – Kvĕta Pacovská (República Checa)
  • 1994 – Jörg Müller (Suiza)
  • 1996 – Klaus Ensikat (Alemania)
  • 1998 – Tomi Ungerer (Francia)
  • 2000 – Anthony Browne (Gran Bretaña)
  • 2002 – Quentin Blake (Gran Bretaña)
  • 2004 – Max Velthuijs (Holanda)
  • 2006 – Wolf Erlbruch (Alemania)
  • 2008 – Roberto Innocenti (Italia)
  • 2010 – Jutta Bauer (Alemania)
  • 2012 – Peter Sís (República Checa)
  • 2014 – Roger Mello (Brasil)
  • 2016 – Rotraut Susanne Berner (Alemania)
  • 2018 – Igor Oleynikov (Rusia)
  • 2020 – Isabelle Arsenault (Canadá)
  • 2022 – Susy Lee (Corea)
Publicado en Sin categoría

Artículos

Artículos

(16/7/21) Los trabajos y la LIJ

(12/4/2021) La escuela y la LIJ

(12/4/21) Pensando el camino de la ilustración

(2/4/21) Sobre el título de la novela “Del barrio somos…”

(5/10/2020) En la LIJ, ¿tomamos mate o contamos?

(5/10/2020) Color de rosa, escenas lejos de la idealización – Entrevista a Mariana Nobre

(5/8/2020) Literatura y fútbol – Un encuentro con Fontanarrosa

(4/8/2015) Libros argentinos en el listado White Ravens 2015

(6/8/2014) Entrevista a Cecilia Bajour, Ganadora del Premio Pregonero

(5/7/2014) Nota para un viaje de descubrimiento – La literatura infantil Iberoamericana – Joel Franz Rosell

(5/10/2010) Selección de títulos argentinos dentro del Catálogo White Ravens

(3/8/2010) El encanto de la lectura compartida – Eduardo Dayan – Exposición en la Feria del Libro Infantil y Juvenil

(14/5/2010) Arte, infancia y compromiso en la obra de Graciela Montes – Nora Lía Sormani

(30/4/2010) Adivinanzas, o la supervivencia de una manera poética de nominar el mundo – Carlos Silveyra

(30/4/2010) Una selección comentada de títulos y autores publicados en el año 2009

(30/4/2010) Una selección comentada de títulos y autores publicados en el año 2009

Muestra ALIJA-IBBY 2023

Libros accesibles e inclusivos para infancias y adolescencias

Jornada de debate y muestra ALIJA-IBBY 2023

(IBBY Selection of Outstanding Books for Young People with Disabilities 2023)

PROGRAMA

Muestra ALIJA-IBBY 2023

La Asociación de Literatura infantil y Juvenil de la Argentina (ALIJA) invita a la muestra IBBY Selection of Outstanding Books for Young People with Disabilities 2023 que se está exhibiendo en el marco de la Feria del Libro Infantil y Juvenil de Buenos Aires 2023.

Está abierta al público todos los días en la Plaza Seca, en el Centro Cultural Kirchner.

Espacio de libros dentro de la Feria del Libro Infantil y Juvenil 2023 en el Centro Cultural Kirchner.

Jornada de debate

Libros accesibles e inclusivos para infancias y adolescencias

La Asociación de Literatura Infantil y Juvenil de la Argentina (ALIJA) invita a una jornada de análisis, reflexión, intercambio de ideas e inquietudes a partir de la exploración de libros accesibles e inclusivos.

Día: miércoles 19 de julio de 2023 de 14:30 a 17:30 hs.

Lugar: Salón de Honor (2do. piso)

Público: Profesionales y mediadores de los libros LIJ y público en general.

Actividad libre y gratuita con servicio de interpretación en LSA

Con inscripción previa en este link

https://forms.gle/jdXt35KRDPdBhdxA7

Mesa 1. Un puente de libros

A las 14.30 horas

¿A qué llamamos “libros accesibles” y “libros inclusivos”? ¿De qué maneras se representan las discapacidades en la LIJ? ¿Por qué es importante la circulación internacional de libros para las infancias y las adolescencias? El objetivo es pensar y enriquecer nuestras prácticas como lectores, mediadores, productores de contenidos y ciudadanos del mundo.

Participan Cecilia Repetti, editora y especialista LIJ; Claudia Cadenazzo, psicopedagoga y Profesora en Educación Especial; y Mariela Padula, docente especialista LIJ, mediadora cultural y librera (La Juglaresa).

Mesa 2. Los desafíos de editores y productores de contenido accesibles

A las 16 horas

¿A qué llamamos desafíos? ¿Qué se debe tener en cuenta al editar libros accesibles? ¿Cómo es el trabajo editorial de este tipo de productos culturales? ¿Qué materialidades, formatos y tecnologías son aconsejables? ¿Se pueden adaptar a todo tipo de formatos? ¿Cómo es la producción editorial argentina?

Participan Fernanda Arguello (Bianca Ediciones); Alejandra Mirich (Bukki editora); Gabriela Lima Chaparro (Boris ediciones); Pablo Lecouna (Tiflonexos); Silvana Bonnet (Videolibros); Analía Gutiérrez (Lengua Franca), con la coordinación de Diana Kovach.

Inauguración de la muestra y primer recorrido guiado

Al finalizar la jornada de debate, exploraremos los libros que integran la muestra IBBY 2023, además de aquellos libros argentinos que han integrado los catálogos de 2015 a 2021.

Lugar: Plaza Seca del Centro Cultural Kirchner

————————

Sobre la Colección

La Colección IBBY para niñas, niños y jóvenes con discapacidades comenzó como una iniciativa de IBBY Noruegaen 1981. Con el paso del tiempo y la ayuda de diversas instituciones, hoy es un Centro de Documentación IBBY, que desde 2013 está alojado en la Biblioteca Pública de Toronto, en Canadá.

La colección contiene aproximadamente 4.000 libros que se alimenta de la convocatoria que IBBY realiza cada dos años invitando a las ochenta secciones de todo el mundo a que las editoriales de cada país envíen sus publicaciones. En una amplia variedad de idiomas, hay libros con formatos diversos, como los especializados en braille, de comunicación gráfica en lenguajes de señas, libros táctiles y un amplio sector de narrativa y textos informativos que permiten la inclusión y la accesibilidad.

También desde 1997, IBBY y la Biblioteca Pública de Toronto realizan una cuidada selección de los envíos para armar un catálogo y una muestra itinerante que recorre todo el mundo. Es la primera vez que la muestra 2023, que consta de 40 títulos, circulará por toda América Latina, empezando por Argentina.

Mi mamá

Mi mamá. Buenos Aires, Lecturita ediciones, 2022.
Mi mamá es un álbum escrito por Sandra Siemens e ilustrado por Rocío Araya, publicado por Lecturita en 2022.

 Tanto el texto, narrado en primera persona por una logradísima voz infantil y las ilustraciones, que replican el trazo de una niña, conforman un diálogo amoroso en el que se funden el lirismo, la poesía, los tonos apastelados y los dibujos hechos con lápiz negro y crayones. Elementos que dan vida a un micro cosmos en el que el afecto se impone ya desde la tapa con la ilustración de la mamá rozagante y sonriente.

Madre e hija, en casi todo el libro, tienen las mejillas coloreadas como pimpollos. No hay caras tristes ni situaciones densas. Es un transcurrir en plenitud.

 La protagonista disfruta del vestido con flores de su mamá. Ese vestido tiene bolsillos casi mágicos, en los que puede caber un universo.

 Las flores del vestido y una que se desprende y vuela, son metáfora de la fertilidad feliz con toda su impronta. El dar y recibir construye un equilibrio que se sostiene a través del tiempo, durante todo el texto. El caminar por la cuerda es otra metáfora que habla del juego de vivir y sus riesgos.

El peine se hace piano y los cabellos vasos comunicantes. La melodía íntima surgida de la música del peinar, se despliega en el encuentro cotidiano. Es una música particular, sin sonido, de resonancia interior. Sonido secreto creado para compartir con el hijo. Cada uno posee su melodía, única e irrepetible.

 En el transcurrir, la madre y la niña van cambiando, desde la pequeñita que cabía en la palma de la mano hasta la casi adolescente de los trazos finales, pero el amor, el clima lúdico y el encuentro, expresado en las miradas, permanecen inalterables.

Tres viñetas con fondo blanco muestran tres escenas amorosas en el transcurrir del tiempo. La nena está creciendo y la mamá también. Lo invariable, las mejillas sonrosadas.

 El cambio se evidencia en las expresiones, los diferentes peinados y la ropa de la madre, de distinto color en cada viñeta, además hay placidez en los rostros, compenetración en el abrazo y define a su madre como “una casa acogedora y cálida”. Posteriormente, al continuar la reflexión piensa que su mamá cambia y “sabe hacer las cosas que hacen las mamás, pero hay algo que solo ella sabe hacer… me doy cuenta de que mi casa es mi mamá.”

El libro, dedicado a las madres de las autoras, es un homenaje al lazo inconfundible entre madres e hijos. Lazo que se manifiesta en el collar de azabache, otra metáfora del plus amoroso.

Las imágenes establecen con los textos un diálogo armónico. Las palabras vierten la interioridad del yo poético: “Entonces los ojos se le cierran para hacer lugar. Sabe reírse todo el tiempo mi mamá…” La ilustración expande mediante colores cálidos y trazos infantiles el mundo afectivo.

Mamá es un libro álbum que abraza al lector, lo lleva a los momentos más plenos de la relación madre-hijo. No hay tropiezos, se desliza en un tobogán sereno. Cada página es un abrazo y una posibilidad.

Ana Emilia Silva

Detrás de la máscara

Protocolo de desenmascaramiento

Ferrari, Andrea. Detrás de la máscara. Buenos aires, Alfaguara Infantil Juvenil, 2022

En un reportaje reciente, Issa Watanabe, autora de Migrantes, afirmó que los libros sirven para abrir el diálogo en un espacio de silencio, generar una interpretación que abra hacia lo que cada quien tiene para decir.

Detrás de la máscara cumple con esta premisa. Ya desde la contratapa se proponen algunos temas para comenzar ese diálogo al que refiere Issa. ¿qué mostramos de nosotros mismos?, ¿qué queremos ocultar?, ¿cómo enfrentamos la mirada de los otros? Podemos sumar otras tantas inquietudes que nos movilizan en los tiempos de COVID en el que se desarrollan estas historias de amor y de solidaridad: ¿cómo saldremos de esta situación?, ¿mejores y más solidarios?, ¿más individualistas y mezquinos?

A dos de los protagonistas de la novela la pandemia los sorprende en la adolescencia.

Roberto está sumido en una serie de situaciones que lo avergüenzan y lo inquietan: no tener padre, dejar de ser hijo único para ser hermano mayor, mudarse a un departamento caja de zapatos, sus granos… Llega el COVID con todos sus miedos y protocolos, entre ellos, el barbijo. Y al chico, lejos de limitarlo, lo potencia, lo habilita, lo salva. El barbijo, le sirve para cumplir su deseo: ser un sin-vergüenza.

Como una de las tantas consecuencias de la expansión del COVID, Melina encuentra su primer trabajo como cajera de un súper chino, escenario del encuentro entre los protagonistas.

La otra protagonista es Liz, una señora mayor vecina de Roberto. Ella y su esposo están confinados por la pandemia, entonces el chico comienza a hacerles las compras en “ese” chino del barrio. El vínculo entre ellos se va afianzando hasta tornarse en una amistad.

Retomando la idea del diálogo, me parecen muy interesantes las distintas formas de comunicación que tienen los personajes. La relación entre Roberto y Liz es a través de la puerta cerrada y de la luz que se establece entre la puerta y el piso. Por ese filo se pasan las cartas del truco, fotos de otras épocas, dibujos, voces y reflexiones. Que todos tenemos máscaras, que es bueno desprenderse de ellas, que lo material no revela como es la gente. También, algunas veces la puerta se entreabre para pasar una taza de café con leche y torta. Los diálogos entre Roberto y Melina son barbijo a barbijo, por chat, por algunas excusas (como enseñar a hacer RCP o explicar ejercicios de matemáticas) y por los dibujos del chico.

Pero estas conversaciones, un día, tienen un punto de no retorno. Una mudanza y un tapabocas a destiempo arruinan la relación entre los jóvenes. Pasado un tiempo, y en el marco de una gran tristeza, logran el reencuentro. La pandemia se toma un respiro y esto afianza la relación juvenil. Los chicos pueden visitarse y continuar ese vínculo que, sin dudas, los hizo crecer.

Así también crecimos los lectores. Las historias de Roberto, Melina y Liz y sus familias nos permiten repensar nuestros propios vínculos de amistad, de amor, los tiempos de pandemia y la relación con la muerte. Luego de leer Detrás de la máscara, nuestros espacios de silencio, al decir de Issa Watanabe, se completan con nuevas preguntas, nuevas respuestas y nuevas interpretaciones. Quizás, se develen algunas máscaras también.

DE PIE EN EL MUNDO

UN PROGRAMA PARA FORTALECER INSTITUCIONES A TRAVÉS DE LA MEDIACIÓN LITERARIA

De pie en el mundo es un programa que nos permite incidir de manera directa en instituciones de primera infancia —de educación formal e informal— a través de la mediación literaria. De pie en el mundo tiene como objetivo principal promover el desarrollo integral y el bienestar de los niños de 2 a 5 años a través del fortalecimiento de las instituciones educativas a las que asisten, generando propuestas que impacten positivamente en su futuro. La estrategia es generar un espacio donde niñas y niños puedan aprender, crear, imaginar, expresar y así transformar sus vivencias a través de la literatura y en contacto con otros lenguajes expresivos.
Junto con la Fundación Caminando Juntos, en el marco de la propuesta surgida para dar respuesta a las necesidades ocasionadas por la pandemia, implementamos Nacer aprendiendo, una propuesta de inserción en 5 centros, 650 niños y niñas, la mayoría en situación de vulnerabilidad, de las localidades de Tigre y Escobar, en la Pcia. de Bs.As.

Nuestra estrategia incluyó:

Un abordaje multidisciplinario con fuerte arraigo en el arte, los objetos, el juego, para favorecer la construcción simbólica de niños y niñas.
Un crecimiento material. Cada institución recibió una biblioteca con 65 títulos seleccionados que propicia un encuentro renovado con la literatura.
El empoderamiento. Las adultas a cargo tienen distinta formación y grado de profesionalización. Con esta propuesta, descubren su potencial como mediadoras y como facilitadoras de experiencias artísticas.
Un horizonte ampliado. La posibilidad de conocer material literario que amplía los horizontes de referencia, habilita a desarrollar nuevos modos de mediación entre los niños y los libros.

El trabajo durante 2021

Se sostienen dos líneas de acción mediante talleres quincenales:

Distintas capacitadoras ofrecen sus saberes específicos y multidisciplinares (juego, narración oral, medios audiovisuales, artes visuales, entre otras) para potenciar las lecturas en vínculo con diversos aspectos del juego y las artes.
Las coordinadoras organizan talleres con propuestas en sintonía con lo trabajado durante las capacitaciones, para asegurar la apropiación de saberes y la trasposición de ellos a la sala.

El trabajo se realiza a través de redes sociales cerradas que permiten el intercambio entre pares e instituciones.
Las capacitaciones vivenciales se complementan con la entrega de material teórico, literario y visual escrito ad hoc.

Mayo: La palabra poética en la infancia. ¿Con qué contamos?
Tallerista: Claudia Stella

En la infancia las palabras son puro sonido y juego, son elásticas y tienen el olor del mundo,  se pegan al cuerpo y saltan como langostas sobre el pasto. ¿Dónde quedaron esas palabras? La propuesta busca  indagar acerca de los textos con los que contamos en nuestro haber lxs adultxs que interactuamos con niñxs pequeñxs, por el solo hecho de pertenecer a una familia, a una comunidad.

También explorar los variados textos que nos aporta la literatura. La poesía es una manera de mirar el mundo, de indagar en los dobleces de las cosas, entonces la propuesta también es una invitación a mirar, a jugar, a explorar las cosas y las palabras.

Junio: Caminar entre libros
Tallerista: Claudia Cadenazzo

Un espacio para trabajar la exploración, elección y clasificación de libros. ¿Cómo elegir textos multimodales que posibiliten el goce estético y el habiliten al diálogo, la curiosidad y la producción simbólica? Textos literarios que construyan puentes con otros objetos culturales y la vida cotidiana de las y los lectores.
Descubrir formas innovadoras de leer para clasificar, ubicar en el espacio y presentar a los lectores libros para estimular la curiosidad a través de un elemento tan simple como una caja. La caja como metáfora de continente y también como posibilitadora de experiencias. 

Julio: Los libros como territorios de juego
Tallerista: Claudia Cadenazzo

En cada libro, un juego, o miles. Exploración y apropiación de libros y otros productos culturales para diseñar y construir propuestas lúdicas. Relaciones entre cuerpos, literatura y juego. Apelar a la memoria emotiva y a la capacidad lúdica de cada uno para involucrarnos activamente en las propuestas:

1. Presentar a los libros como territorios para habilitar encuentros y juegos entre y adultos y niñas/niños en la primera infancia 
2. Invitar a reflexionar en relación a en torno al aprendizaje, el lenguaje y la importancia del juego,  a partir de experiencias de narraciones y lecturas compartidas entre grupos de bebés, niños y adultos.
3. Compartir herramientas y estrategias para diseñar espacios de narración, lectura, exploración, juego y arte junto a niños y bebés.

Bruno Munari: Precursor de los libros como territorios de juego.

Agosto: Inaugurar el contar: narrar para niños y niñas
Tallerista: Claudia Stella

Inaugurar tempranamente el encuentro estético con el lenguaje, la visita a mundos posibles e imaginados.
Sostener con la palabra, crear envolturas narrativas que nos hagan saber que somos parte de una comunidad, que no estamos solos, que alguien tiene algo para decir y que puede escuchar. Narrar para niños y niñas, se trata de todo eso.

Septiembre: El juego de las formas
Tallerista: Betina Alperín

Los textos como portadores de significado, pueden remitirnos  a diversas imágenes mentales según la edad evolutiva y el desarrollo cognitivo. También pueden generar interacción a traves del lenguaje corporal, de la palabra y/o el dibujo. 

Los libros  invitarán a ese juego. Escuchar, decir, pensar y repensar, inventar, intercambiar, compartir serán algunas premisas  para el ENCUENTRO CREATIVO.

Diferentes libros a través de las temáticas que abordan y sus ilustraciones, darán lugar a representaciones visuales a través de técnicas plásticas creativas. Así como la interpretación del texto puede tener diversas miradas, la representación también. 

Octubre: El libro a los cortos animados
Tallerista: Claudia Cadenazzo

Puestas en relación entre libros y cortos animados.  Potencialidades. Relaciones que estimulan la curiosidad, exploración y producción simbólica.
Un espacio que propone:
. Explorar y descubrir que semejanzas y qué diferencias hay entre libros en papel y sus transposiciones a animaciones audiovisuales para estimular a las niñas y los niños más pequeños. 
. Producir animaciones simples a partir de la exploración y lectura lúdica de un libro-álbum 

Noviembre: Regalo Sorpresa
Tallerista: Betina Alperín

Con relación a lo trabajado en septiembre, este taller busca cerrar el proyecto anual a partir de nuevos libros que permiten novedosas propuestas.
Los libros llevan escondidos en sus páginas maravillosas sopresas que podemos descubrir. El libro como recurso para disfrutar y además para desarrollar la creatividad.

La ilustración sobrevuela el mundo

Y sí, la ilustración sobrevuela el mundo y esta vez lo hace de la mano de Marcelo Tomé, al que le pedimos que nos contara no solo sobre su oficio, tema que recorre este número 8 de Ventanas, sino sobre el libro Conexiones, escrito por Walter Binder, en el que un pequeño protagonista se vale de la fantasía para abordar de manera divertida, las tareas que le toca hacer. Esto es lo que Marcelo nos cuenta.

La ilustración como otra opción de expresión comunicacional

por Marcelo Tomé*

¿Quién es Marcelo Tomé?
Mi formación transcurrió en el ámbito de las bellas artes en donde se exalta el trabajo individual. Por eso elegí la ilustración como otra opción de expresión comunicacional en donde se plantea más una dinámica de equipo donde intervienen distintos agentes.

En mi vida laboral como ilustrador y también como docente, lo que siempre me interesa es lo colaborativo. El trabajo individual es laborioso y creo que se sostiene por la pasión y la constancia. Pero cuando la dinámica de trabajo se desarrolla en equipo, se gana en riqueza que se genera en el ida y vuelta, en la construcción colectiva y ahí está lo nutricio.

¿Cómo es su trabajo como ilustrador?
Cuando los ilustradores recibimos un encargo, más allá de la cuestión económica, siempre se presenta un desafío, tanto el encarar el texto como así también las distintas relaciones que se establecen entre editor, escritor, ilustrador y diseñador.

Pienso que cuando un editor convoca a un ilustrador para trabajar un texto determinado es porque encontró una posible conexión entre la estética de una imagen elegida y el texto.

¿En qué consistió el trabajo en Conexiones?

En el caso de Conexiones, un texto de Walter Binder, la propuesta llegó de la mano de la editora Judith Wilhelm de Calibroscopio.

Conexiones es una historia entre un padre y su hijo que se conectan desde el compartir la cotidianeidad del adulto y la fantasía del niño, y el fluir entre intereses comunes como la lectura de historietas y cuentos policiales. El universo del niño que relata la historia, establece lazos sensitivos y emotivos entre su mundo y el de su padre.

Desde el inicio del proyecto, Judith lo planteó promoviendo un intercambio de ideas entre ella, el escritor y el ilustrador así que, por ese motivo, todas las imágenes fueron surgiendo espontáneamente. Es por eso que casi no hubo ilustraciones que sufrieran correcciones.

¿Se estableció alguna conexión emocional con la temática?

En el proceso inicial de elaboración de imágenes para las ilustraciones, la constante lectura del texto de Conexiones, en todo momento me hacía reflexionar sobre mis recuerdos en relación con el trabajo de mi padre. Él fue metalúrgico y todo su ámbito laboral solo lo conozco a partir de sus relatos y anécdotas. 

Pero en parte fuimos construyendo nuestra relación a partir de esos momentos compartidos en donde él hacía los “arreglitos” en nuestra casa.

Recuerdo que, como el personaje del niño en Conexiones, mientras yo le ayudaba a mi padre sosteniendo algún cable o atornillando alguna tapita de luz, se entablaba una charla donde él divagaba por cualquier tema mientras yo entraba como en un trance de escucha y que interrumpía de vez en cuando con alguna que otra pregunta generada por la curiosidad infantil. Me encantaba. 

Disfrutaba también, como aquel niño de la historia, sentir los aromas y principalmente los sonidos mientras jugaba hurgando entre las herramientas y la lata de tornillos y tuercas que para mí eran una fascinante colección de pequeños objetos.

Me quedó tan grabada esa experiencia infantil con esa labor de “arregla tutti” que cuando fui grande quise tener en mi casa, mi propia caja de herramientas. Y todavía disfruto de arreglar lo que pueda con mis propias manos.

¿Cómo fue el proceso de elección de la estética de las imágenes de Conexiones?

Antes de ilustrar Conexiones de la editorial Calibroscopio, unos de los libros en los cuales había trabajado junto con el poeta Gustavo Gottfried fue Insomnio, editado por Mágicas Naranjas, que es una historia policial contada en formato de poesía, y justamente como el inicio de Conexiones trata del disfrute del personaje del padre en la lectura de “novelitas policiales”, es así que las primeras imágenes tienen mucha relación con el proyecto anterior.

Varios recursos gráficos recorren las ilustraciones del libro. Uno de ellos son los contrastes de luces y sombras que para mí representan la energía que imprime el relato sobre el proceso de construcción de una casa y la construcción de la relación entre el padre y el hijo que va atravesando por distintas aventuras con piratas, monstruos y espías.

También dibujos de planos con medidas, las herramientas y las tramas de puntos gráficos presentes en las viejas impresiones de historietas, atraviesan todo el relato de las imágenes.

¿Cómo fue el trabajo con Juega, juega, Negrito?

Otro de los últimos libros en los cuales trabajé se llama Juega, Juega, Negrito y fue producto de una labor integrada con la escritora Maria Laura Dedé. Este se logró autoeditar gracias al apoyo económico del Mecenazgo Cultural de la Ciudad de Buenos Aires.

Este libro justamente aborda la problemática del trabajo infantil y la necesidad de que el niño recupere el espacio para el juego y el aprendizaje sin cargar con las responsabilidades de los grandes.

En Juega, juega, Negrito el personaje del niño queda atrapado en las urgencias del mundo adulto y cuenta cómo, a través del juego, puede recuperar su mundo infantil. En medio de este relato se encuentran las reflexiones de su madre. Las imágenes simples y casi geométricas, describen un ámbito rural que es en donde transcurre la historia.

Marcelo Tomé nació en Buenos Aires. Ha realizado la carrera de Artes recibiendo el título de profesor de Arte en Artes Visuales otorgado por el IUNA. Desde entonces trabaja como docente en escuelas primarias, secundarias y de artes. En paralelo comenzó a incursionar en la ilustración y ediciones artesanales. Pero desde 1996 se especializó en la ilustración infantil y juvenil. Es miembro de ADA. Asociación de Dibujantes de Argentina. Sus trabajos han sido publicados en editoriales como AZ, Estrada, Aique, Edelvives, Homo Sapiens, Mágicas Naranjas y Calibroscopio, ilustrando antologías literarias, textos y poesías. Algunos de los títulos son “Como si fuera su novia” con poesía de Osvaldo Bossi, “Conexiones”, texto de Walter Binder. Publicó también como coautor los libros “Juega, Juega Negrito” junto con Marial Laura Dedé e “Insomnio” con Gustavo Gottfried.

https://adadibujantesdeargentina.org/u_marcelo-tome

IG marcelotomeilustraciones

Los trabajos y la LIJ

Para hablar de los múltiples trabajos que rodean a la actividad editorial recurrimos a un amigo, Walter Binder, que nos hizo un sentido relato de su gran trayectoria en el rubro, desde librero, feriante o distribuidor a editor y también autor. Los doce trabajos de un Hércules de Parque Patricios, podríamos decir, ¡y eso que no le pedimos que nos cuente de sus trabajos como electricista o pintor de corbatas!

LOS TRABAJOS DEL LIBRO

Por Walter Binder*

[su_row][su_column size=»1/2″ center=»no» class=»»]Durante mi etapa de maestro de grado, en el afán por transmitir mi pasión por la literatura, me gané el apodo de Waly. Mi insistencia con la lectura producía un paradójico efecto, los chicos me bautizaban con el nombre de un personaje que tenía mucha más relación con lo lúdico que con lo literario. Y la alquimia no estaba nada mal.[/su_column] [su_column size=»1/2″ center=»no» class=»»][/su_column][/su_row]


Claro, tampoco puedo desentenderme de los juegos de palabras que eran moneda corriente en las clases de lengua. 
Justamente un malabar de palabras me acercó a mi siguiente trabajo: Librero. Un aviso en clasificados del diario Clarín decía: Buscamos señorita con amplios conocimientos en literatura infantil y juvenil. Indispensable buen trato con niños. Me presenté en las oficinas centrales del Fondo de Cultura Económica, entonces en la calle Suipacha, aclaré que no era señorita pero sí la persona más idónea que se presentaría para el puesto ofrecido: Encargado del sector LIJ de la espectacular Librería del Fondo que en 1994 se inauguraría en la avenida Santa Fe. Un extenso cuestionario oral y otro escrito corroboraron mi fanfarronería. De esas épocas mis medallas son: haber sido el librero de María Elena Walsh. Haber conocido a Daniel Goldín y comenzado una amistad que me alimentó enormemente. Y que los padres de mis asistentes a talleres organizaran una protesta cuando las esquirlas del “efecto Tequila” detonaron mi despido.
Por aquellas épocas, los docentes estábamos embelesados con las publicaciones de Libros del Quirquincho, bellísima experiencia que al retorno de la democracia había encabezado Graciela Montes. Pero a esa altura la editorial se encontraba a la deriva, sin Graciela desde hacía varios años y con muy malos manejos de su ex socio. Por supuesto, eso no sería obstáculo cuando se me presentó la oportunidad. Mi ex jefe en FCE me dijo, “te recomiendo para donde quieras”. Y así, carta en mano, me aparecí en Libros del Quirquincho para terminar dando talleres en sus famosas ferias itinerantes en escuelas: La Fiesta del libro
Un año y medio después nos comunicarían el cierre del histórico Departamento de Ferias de la editorial, gracias al cual recorrí escuelas por todo el conurbano y me codeé con Adela Bach, Mario Méndez, Luis Pescetti y Anahí Rosello. 
Justamente Anahí me dijo: “Se cierra pero quedan un montón de Ferias programadas en escuelas. Es una pena cancelarles. ¿No las querés hacer vos por tu cuenta?”.
Llegaría el momento de ser trabajador autónomo en el sector. Saqué CUIT, imprimí facturas: 
—¿Qué nombre de fantasía? —preguntó el imprentero.
—Y… La Fiesta del Libro. 
Pinté a mano unos manteles con mi nuevo logo, que buscaba sostener ese valioso proyecto pedagógico que tenían las ferias originales y empecé a sobrecargar de cajas el auto de mi viejo.

Esta es una etapa muy importante para mí, de recuerdos hermosísimos. Las charlas de bienvenida, la orientación para chicos y padres, las lecturas y siempre la aclaración: “no es obligatorio comprar, lo obligatorio es tratar de conocer muchos libros nuevos y tratarlos con cuidado”. Esa visita a la feria, esos cuarenta minutos una vez en el año, tenían un efecto muy poderoso. Al volver a encontrarnos, si regresaba a la escuela un año después, gran cantidad de chicos recordaban mi nombre, lo que les había recomendado y lo que les había leído. Eso recargó mis convicciones, me dio total certeza: la lectura, los libros, son poderosos. Crean vínculos, despiertan intereses y curiosidades hasta de quienes creemos menos interesados.
Al poco tiempo de esta experiencia independiente, otra vez Silvia Schujer y uno de sus libros determinarían cambios importantes en mi trabajo. En mi VIDA.
A una feriante colega, también independizada a la fuerza de otra editorial, le faltaba el libro La abuela electrónica para dar un taller. Sudamericana tenía el libro agotado y Silvia Schujer le informó a la feriante Judith Wilhelm que el último ejemplar lo tenía Walter. 
—¿Se conocen? —quiso saber Silvia. 
—No.
Me llamó, me explicó y me pidió prestado el libro en 1996. Nunca me lo devolvió.
Judith es desde entonces mi compañera, madre de mis dos hijes y socia en cada una de las locuras que emprendimos en adelante. 
Las experiencias feriantes se fusionaron en El Libro de Arena. Las exhibiciones pasaron de tener 20 cajas de libros a 50; después 80 y en 2019 llevábamos 120 cajas de libros. Unos 3000 títulos diferentes de más de 60 editoriales distintas y temáticas de lo más variopintas. Incorporamos compañeros al trabajo, siempre docentes, especialistas. Hasta la genial Marcela Carranza hizo alguna colaboración con nosotres a poco de venirse a vivir a CABA. Recorrimos muchas provincias.
Visitaron nuestras ferias Graciela Montes, Istvansch. Y luego nuestros stands en la Feria del Libro Infantil: Graciela Cabal, Iris Rivera, Isol, presentado su álbum debut Vida de perros.
Entre las malas de la actividad de feriante en el tiempo:
Las charlas de bienvenida debieron acortarse cada vez más. Se nos cuestionaba que toda nuestra exploración acerca de gustos y nuestra orientación y lecturas “les quitaba tiempo a los chicos para que compren o vean los libros”.
En una ocasión un padre me invitó a pelear en la calle por querer estafar a su hijo. El chico quería un libro de manualidades pero temía decírselo al padre.
El librero de un pueblo al que nuestra feria había sido invitada nos amenazó de muerte si nos presentábamos. Le dimos aviso a las autoridades municipales y estas aconsejaron que no fuéramos, que cancelemos la feria.
Muchas, muchas, demasiadas veces, los intereses de los chicos son ignorados por sus padres. 
“Esto no! ¡Algo para leer te dije!”, ante la elección de un libro de adivinanzas o de chistes, pasó a ser un triste y repetido clásico.
Era hora de un nuevo desafío, y se nos ocurrió tratar de ofrecer libros inconseguibles en la Argentina. Así, con Judith empezamos a seleccionar y pedir pequeños envíos desde el exterior: y pudimos tener los primeros libros de Elmer en el país; Cuentos en verso para niños perversos y otros de Roald Dahl inhallables entonces; El secuestro de la bibliotecaria; libros de Kókinos, Ekaré y Babel. Parecía un sueño, pero podíamos dar de leer esos materiales imposibles en esos momentos, en estas tierras.
Y otro más. Después de la crisis de 2001, de tantos años de destrucción de la industria de la imprenta nacional y con el dólar muy alto, no nos era nada fácil conseguir libros de plástico para bebés ni acartonados para primeros lectores. Nadie importaba ni podía producirlos acá.
Sin embargo dimos vueltas y vueltas. Tocamos puertas y puertas. Hasta que dimos con Milton, un personaje que prometió imprimirnos y encuadernar a mano nuestros dos primeros títulos acartonados y como Calibroscopio ediciones. El chupete perdido y Los paseos de Coco Drilo salieron en 2005. En uno de esos títulos, a una de las líneas de texto le faltó una coma. Y ese no era un debut soñado para Judith como editora, así que las 2000 comas se pusieron también a mano, con una Rotring.
“¿Y dónde los encontramos después?”, era la pregunta repetida en cada escuela, en cada stand de las Ferias infantiles.
Así, el pequeñito local de la calle Aguirre casi Scalabrini Ortiz que nos servía de depósito, pasó a abrir su puerta a los clientes empedernidos a cambio de una contraseña. Entraban casi reptando y de costado entre pilas de cajas, tablas y exhibidores, pero encontraban perlitas que los y nos hacían felices.
Los visitantes clandestinos eran cada vez más y a la vuelta del depósito, en la misma manzana, sobre Aráoz se liberaba una local lindo, no muy caro, de 40 m2.
En 2009 entonces, inauguramos allí la librería El Libro de Arena, atendida por Marcelo y el que primero volviese de las Ferias: Walter o Judith.

Desde ver crecer a los más pequeñitos lectores del barrio, hasta recibir a la Princesa Keiko de Japón, que pidió expresamente conocer la librería, hemos vivido experiencias de lo más increíbles allí. Talleres, presentaciones, brindis, celebraciones (hasta de la jubilación reciente de Luján, bibliotecaria y gran amiga).
La editorial por su parte fue tomando fuerzas y cumplimos sueños increíbles como editar la mayor parte de la obra de María Wernicke, títulos de Isol, Istvansch y Graciela Montes, a quienes habíamos conocido y admirado mucho antes. 
Y el proyecto Quien soy, que me emociona cada vez que lo rememoro o escribo su nombre. Títulos traducidos a otras lenguas, Destacados de ALIJA, premios e invitaciones de otros países. Rescatar libros que habíamos amado en sus ediciones originales y quedaban descatalogados. Stands en las Ferias del Libro de La Rural, Guadalajara y Bologna.

Judith Wilhelm, Walter Binder y Graciela Montes.

Como distribuidores independientes de nuestros libros y de los que importábamos, empezaron a acercarse colegas para que sumemos sus producciones a la distribución. Así, por el 2010 nos convertimos también en una distribuidora que se distingue por la representación de libros ilustrados y por su impronta federal. Primero fue la llegada de Silvia Katz y los libros del Taller Azul de Salta, y así se fueron sumando Ruedamares, de María Cristina Ramos (Neuquén); editores de Córdoba (De la terraza; Portaculturas); Ninja-Libro GIF de Bahía Blanca; Libros silvestres, Cosas invisibles de Santa Fe; Bambalí de Mendoza y muchas más de CABA y provincia de Buenos Aires (Comiks Debris; Niño; Tinkuy; Planta; Tres en línea; Ojoreja; Periplo y tantos amigos más).
De la tarea de distribuidor me quedo con ese amplio abanico de editores pequeños que nos confiaron su material y que, creo, han podido revertir la imagen de malo de película que siempre rodeó a este actor en la cadena del libro. Al menos trabajamos duro para eso.
En 5to grado de mi primaria, en la escuela N° 26 de La Matanza, la Señorita María Angélica me dijo que sería escritor. Es que las horas de Redacción eran para mí el momento de pura felicidad escolar. Esas líneas de tinta que mi 303 dejaban en las hojas rayadas eran caminos a los destinos más fantásticos, sorprendentes y divertidos. Mi maestra y mis compañeros lo habían notado.
Los libros de Coco Drilo, el prólogo para el Quien soy, un cuento para una antología futbolera de editorial Guadal que me ubicó en un índice, cerquita de Roberto Fontanarrosa y alguna valentonada más, me permitieron jugar de grande a ser escritor. Cumplir, en definitiva, ese sueño y la predicción de mi maestra.
Está claro que no es mi oficio. Me gustaría, pero como se ve, tengo algunos otros.
Feliz día del trabajador para todos (otro día les cuento cuando fui ayudante de electricista, heladero, administrativo en el cementerio, pizzero, vendedor de cuadernos, vendedor de jeans, pintor de remeras y corbatas, extraccionista de sangre, vendedor de cucuruchos de papa fritas, ayudante de laboratorio, armador de bandejitas de verduras y algún otro que me estaré olvidando).

* Dice Walter:
“Soy Profesor de Educación primaria con ganas permanentes de ser antropólogo o actor, como los que quisieron ser murguistas y nunca fueron a ensayar.
Me gusta cocinar; cuidar mis plantas; ir al Palacio Ducó con Dante y aprender sobre géneros, autopercepciones y cantantes indies con Mae.
Junto a Judith, desde hace 24 años, fundamos, cuidamos y vemos crecer el catálogo de Calibroscopio y a los lectores de las ferias y librería El Libro de Arena. Alejandro del Prado y Pink Floyd. Fontanarrosa y Salinger. Chocolate semi amargo y frutos rojos. Felicidades y Magnolia”.

Premio Alma

Un premio que hace honor a una vida de trabajo en la LIJ era el indicado para este número de Ventanas. Su nombre compone una sigla que tiene mucho sentido en idioma español, pensando en la esencia de la obra de la autora homenajeada y de todos los premiados. Como institución, ALIJA no es ajena a este premio ya que cada año candidatea a diferentes exponentes de nuestra literatura.

El Premio Astrid Lindgren Memorial Award (ALMA)

Por Gloria Candioti*

A principios de junio se entregaron en Suecia, en una reunión virtual, los premios Astrid Lindgren Memorial Award (ALMA) correspondientes a las ediciones de los dos últimos años. La ilustradora surcoereana Baek Heena, fue galardonada en la edición 2020 y Jean-Claude Mourlevat, escritor francés, en la edición 2021. 

 El premio fue creado en el año 2002 por el gobierno sueco para la promoción del derecho de niñas y niños a poder acceder a grandes historias. El premio, que equivale a cinco millones de coronas suecas (en dólares, alrededor de 500.000), lo convierte en el premio más grande de la literatura infantil y juvenil. Sin embargo, es mayor su valor simbólico cultural porque destaca la importancia de la lectura para la actualidad y para las generaciones futuras. 

¿Quién es Astrid Lindgren?
Astrid Anna Emilia nació el 14 de noviembre de 1907, en Emildagen, Suecia. Era la segunda hija de Samuel August y Hanna Ericsson. Astrid plasmó su crecimiento y una infancia llena de alegría y juego, amor y seguridad, en la serie de tres libros llamada Los niños de Bullerbyn. La adolescencia, en cambio, fue una época de melancolía y búsqueda y, a veces, revueltas muy evidentes contra la mediocridad de la pequeña ciudad. En la serie Madicken, vuelve a sus propias experiencias y critica cómo la sociedad juzga a las personas principalmente de acuerdo con su estatus económico y social. 
Astrid Lindgren afirmó que siempre escribió para la niña que llevaba dentro y para esa niña que alguna vez fue. Tenía una habilidad única para recordar cómo piensan y sienten niñas y niños y para transmitir esa percepción a sus lectores sin importar la edad o los antecedentes. A la edad de dieciocho años, Astrid se mudó a Estocolmo y se formó como secretaria. Un par de años después se casó con Sture Lindgren. Ya en la escuela, y más tarde como voluntaria en un periódico, su talento para la escritura había atraído la atención, y como madre joven comenzó a escribir cuentos de hadas y cuentos para ganar algo de dinero extra. El 1 de septiembre de 1939, el mismo día en que estalló la Segunda Guerra Mundial, también empezó un diario de guerra en el que comentaba tanto los acontecimientos mundiales como la existencia de su propia familia. La batalla de Stalingrado y la ocupación de Dinamarca y Noruega se entremezclan de forma profundamente humana con la ansiedad por las notas escolares del hijo y el resfrío de la hija.  
Durante la guerra, Astrid Lindgren comenzó a contarle a su hija Karin historias sobre Pippi Calzaslargas, extraño nombre que se le había ocurrido a su hija.  Finalmente, Astrid volcó al papel dichas historias y en la Navidad de 1945 se publicó en Suecia el primer libro sobre Pippi. No se parecía a ningún libro infantil anterior, se convirtió en un éxito de ventas inmediato y se agotó rápidamente en las librerías. 
La mayoría de las figuras literarias de Astrid Lindgren han seguido difundiendo de manera similar, aunque quizás no tan desafiante, su mensaje sobre el derecho de los niños y las niñas a ser tratados con respeto y amor y la obligación de los adultos de satisfacer sus necesidades básicas, no solo de refugio y comida, sino también de compromiso, cuidado, seguridad y estimulación en cuerpo y alma. Nunca durante su larga vida Astrid Lindgren perdió este enfoque, y libro tras libro, y también desde la pantalla del cine y el escenario del teatro, se repitió.
Además de sus propios escritos, Astrid Lindgren también logró, como editora de libros durante 25 años, alentar e introducir lo que se ha llamado la “segunda edad de oro de la literatura infantil sueca”. Abrió las puertas a los grandes éxitos internacionales que tuvo la literatura y la cultura infantil suecas durante las últimas décadas del siglo XX, y ha seguido y alentado a muchos autores desde un comienzo a veces tentativo. 
Con sus obras, puede transmitir alegría y consuelo, aliento y esperanza a personas de todos los rincones de la tierra. Habla de una manera maravillosa directamente a los niños de Sudáfrica, Brasil, Groenlandia y Corea, y también a todos los que alguna vez fueron niños y aún no han olvidado por completo cómo se han sentido.
Astrid Lingren murió el 29 de enero de 2002 en Estocolmo. 

Sobre el premio ALMA
Los órganos que nominan candidatos cada año para este premio pueden ser asociaciones internacionales, nacionales o regionales, como institutos de investigación relacionados con la literatura infantil y proyectos para fomentar la lectura, organismos de libros infantiles, organizaciones de autores e ilustradores, departamentos infantiles y centros literarios en bibliotecas nacionales. Se invita a los ministerios de cultura o sus equivalentes a nominar en lugares donde no existen organizaciones promotoras de la lectura. 
Los candidatos que dichas instituciones presentan son de gran relevancia ya que deben haber hecho una contribución verdaderamente significativa al campo de la LIJ o de la promoción de la lectura. Desde el 2002 han sido galardonados escritores e ilustradores como Bart Moeyaert, Jacqueline Woodson, Wolf Erlbruch, Shaun Tan o Maurice Sendrak. También instituciones como El Banco del Libro de Venezuela. Isol, autora integral argentina, lo obtuvo en el año 2013.

Para más información sobre el premio y los procesos de nominación pueden consultar https://alma.se/en/nomination/

Gloria Candioti. Es docente, escritora y especialista en literatura infantil y juvenil. Asesora proyectos de lectura y escritura en colegios. Coordina talleres de escritura. Integra la Comisión Directiva de ALIJA. 

Recomendario Julio 2021

El tema que nos convoca en esta edición, nos interesaba desplegado en torno a las representaciones que la literatura hace del mundo del trabajo: cómo lo describe, cuánto incide, cuánto del mundo de los adultos a cargo de esas infancias y de los modos de proveer sustento se cuelan en las historias. Nos convoca pensar en el trabajo —no siempre digno ni dignificante—, saliendo del estereotipo de un papá con maletín, una mamá con delantal, que además son modelos que faltan a la verdad y la realidad. Queremos ver cuánto se problematiza el modo en que el trabajo —y por consiguiente, el dinero— entra a los hogares. Inmediatamente caímos en la cuenta de que necesitábamos un lugar para aquellas infancias que colaboran en la generación del alimento en sus hogares y aún más de esas niñeses que tienen vulnerado su derecho de tener una vida saludable, un plato nutritivo de comida en la mesa y tiempo para estudiar y jugar, porque son esas y esos mismos niños los que se tienen que proveer de medios.

Así aparecieron libros que cuestionan los medios de producción, la paga, oficios respetables como ser peluquera, electricista, pintor, sastre; profesiones con prestigio, como la de escritor o médico, y las más de las veces, las tareas de cuidado de otros, en un segundo plano de prestigio. Para cerrar muchos Juanitos Laguna, niñas y niños, pauperizados y muy solos para hacer frente a la vida.

RECOMENDARIO LIJ “LOS TRABAJOS, LOS OFICIOS, LAS PROFESIONES”

La primera recomendación, multimedial, es para un programa periodístico de radio realizado por niñas y niños: Cordones Desatados, en su versión radial, Clásicos Desatados, coordinado y conducido por Jéssica Fainsod. Pueden escucharlos los sábados a las 11 hs y los miércoles  a las 12 hs, en Radio Nacional Clásica, FM 96,7.
Este link https://spoti.fi/3hctGJ8 los llevará al programa dedicado al trabajo: ¿Qué querríamos ser de grandes? ¿Qué significa “trabajar”? ¿Cómo es el trabajo de ser violinista y concertino? Siempre, desde la voz de los niños y las niñas.

Almond, David; Jeffers Olver, ilustración; Ix Nic Iruegas Peón, traducción. El niño que nadaba con pirañas. México: Fondo Cultura Económica, 2012. (A la orilla del viento).
Álvarez Rivera, Verónica; Estrellita Caracol, ilustraciones. Serafina. Buenos Aires: Gerbera, 2020. (Con nombre propio).
Alzial, Sylvain; Hélène Rajcak, ilustraciones. Panthera tigris. Buenos Aires: Iamiqué, 2020.
Andersen, Hans Christian. “El traje nuevo del emperador”, en Cuentos de Andersen. Santiago de Chile: Andrés Bello, 2004.
Andersen, Hans Christian; José Sanabria, ilustraciones. La fosforerita. Córdoba: Comunicarte, 2014.
Andersen, Hans Christian. “La vendedora de fósforos”, en Cuentos de Andersen. Santiago de Chile: Andrés Bello, 2004.
Andruetto, M. T. Stefano. Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Sudamericana 2012
Andruetto, María Teresa. Extraño oficio. Buenos Aires: Penguin Random House, 2021. (Literatura Random House).
Andruetto, María Teresa. Veladuras. Buenos Aires: Norma, 2005. (Zona libre).
Andruetto, María Teresa; Matías Acosta, ilustraciones. El país de Juan. Buenos Aires: Sudamericana, 2018.
Antonis Papatheodoulou, Iris Samartzi. Una última carta. Pontevedra: Kalandraka, 2016.
Araja, Rocío. Pájaros en la cabeza. España: Litera, 2016.
Araujo, Orlando; Morella Fuenmayor, ilustraciones. Miguel Vicente pata caliente. 12a ed. Caracas: Ekaré, 2012. (Así vivimos).
Areta, Joaquín; Magui Ledesma. La babirusa atómica. Buenos Aires: Pípala, 2016.
Ávila, Laura; Mario Méndez. Los Bandera. Buenos Aires: Norma, 2021. (Zona libre).

Bachelet, Gilles. La esposa del Conejo Blanco. Buenos Aires: Pípala, 2016.
Ballesteros, Xosé; Nadia Menotti, ilustraciones. Las Pescadoras. Pontevedra: Kalandraka, 2017. (Libros para soñar).
Belgrano, Margarita; Chacha, ilustraciones. Los zapatos voladores. Buenos Aires: Eudeba, 2014. (Cuentos del Chiribitil).
Berenguer, Maryta; Irene Singer, ilustraciones. Hotel La Perla. Bahía Blanca: MB, 2018.
Bernasconi, Pablo. El diario del Capitán Arsenio. Buenos Aires: Sudamericana, 2015. (Primera Sudamericana).
Binder, Walter; Marcelo Tomé, ilustraciones. Conexiones. Buenos Aires: Calibroscopio, 2020.
Bodoc, Liliana. La mejor Luna. Buenos Aires: Norma, 2007 (Torre de papel).
Bombara, Paula; Natalia Ninomiya, ilustraciones. Dos pequeñas gatas japonesas. Buenos Aires: Norma, 2019. (Torre de papel; azul).
Bouchard, André; Quentin Blake, ilustraciones. Con la cabeza en otra parte. México: Océano Travesía, 2008.
Browne, Anthony. Las pinturas de Willy. México: Fondo de Cultura Económica, 2000. (Los Especiales de A la orilla del viento).

Califa, Oche; Javier Joaquín, ilustraciones. Diario de un escritor. Buenos Aires: SM, 2009. (El Barco de Vapor).
Campari, José; Luciano Ledesma, ilustraciones. El podador de Bonsáis. Sevilla: Tres Tigres Tristes, 2015.
Carreras, Lydia; Laura Fernández Saad, ilustraciones. Fuera de mi mundo. Buenos Aires: Norma, 2011. (Torre de papel).
Carreras, Lydia; Pablo Tambuscio, ilustración de tapa. Qué guapa tu madre. Buenos Aires: SM, 2013. (El Barco de Vapor).
Chanti. La historietería: historias para todos los gustos. Buenos Aires: Comik Debris, 2012.
Cinetto, Liliana; Daniel Rabanal, ilustraciones. Un detective suelto en el colegio. Buenos Aires: SM, 2011. (El Barco de Vapor).
Cinetto, Liliana; Daniel Rabanal, ilustraciones. Un detective suelto en el museo. Buenos Aires: SM, 2017. (El Barco de Vapor).
Convertini, Horacio. El misterio de los mutilados. Buenos Aires: SM, 2014. (Gran Angular).


Das, Amrita. La esperanza es una niña que vende fruta. Buenos Aires: Libros del Zorro Rojo, 2013.
De Ambrosio, Martín. La medicina no fue siempre así. Buenos Aires: Iamiqué, 2000 (Las cosas no fueron siempre así).De Santis, Pablo. Lucas Lenz y el museo del universo. Buenos Aires: Alfaguara, 1992.
De Santis, Pablo. Desde el ojo del pez. Buenos Aires: Alfaguara. 1991. 
De Santis, Pablo. El buscador de finales. Buenos Aires: Alfaguara, 2015.
De Santis, Pablo; Hernán Cañellas, ilustraciones. El verdadero negocio del señor Trapani. Buenos Aires: Capital Intelectual, 2012.
De Santis, Pablo; Max Cachimba, ilustraciones. La cazadora de libros. Buenos Aires: La editorial común. 2018.
Decis, Anne; Gusti. Ilustraciones. Mi papá estuvo en la selva. Buenos Aires: Pequeño Editor, 2008.
Dedé, María Laura; Marcelo Tomé, ilustraciones. Juega, juega, Negrito. Buenos Aires: edición de autor, 2018.
Demarco, Magela. Un papá con delantal. Barcelona: Bellaterra, 2018.
Devetach, Laura. Oficio de palabrera. Córdoba: Comunicarte, 2012. (Pedagogía y didáctica).
Di Bert, Mau; Caracol, Estrellita, ilustraciones. Cuando sea grande quiero ser. Buenos Aires: Gerbera, 2019.
Dorémus, Gaëtan. Belisario. México: Fondo de Cultura Económica, 2004. (Los Primerísimos).
Doumerc, Beatriz; Ayax Barnes, ilustraciones. Aserrín, aserrán. Buenos Aires: Colihue, 2015. (Tal para cual).Eudave, Cecila; Jacobo Muñiz, ilustraciones. Papá oso. Guadalajara, España: A Buen Paso, 2010. 

Fernandez Paula; Martín Badia, ilustraciones. Malena vuela en el tiempo. Buenos Aires: Ojoreja, 2014.
Ferrari, Andrea. El hombre que quería recordar. Buenos Aires: SM, 2010. (Gran Angular).
Ferrari, Andrea. También las estatuas tienen miedo. Buenos Aires: Loqueleo, 2015.
Ferrari, Andrea. Zoom. Buenos Aires: SM, 2018. (Gran Angular).
Fleischman, Paul; Bagram Ibatoulline, ilustraciones. El diario de las cajas de fósforos. Barcelona: Juventud, 2013.
García Bazterra, Lilia; Patricia Lopez Latour, ilustraciones. Un sembrado de estrellas. Buenos Aires: Sigmar, 2009. (Telaraña). 
Gattari, Florencia; Gerardo Baró, ilustraciones. Lupa Rodríguez investigador. Buenos Aires: SM, 2013. (El Barco de Vapor).
Gómez Cerdá, Alfredo. Barro de Medellín. Buenos Aires: Edelvives, 2010. (Ala Delta).
Gomi, Taro. Cocodrilo va al dentista. México: Fondo de Cultura Económica, 2010. (Los Especiales de A la orilla del viento).
González, Eduardo; Irene Singer, ilustraciones. Por el camino del cóndor. Buenos Aires: SM, 2017. (El Barco de Vapor).
Grimm, Hans; Guillem Grimm. “Las tres hilanderas”. “El sastrecillo valiente”. “Los duendecillos”, en Todos los cuentos de los hermanos Grimm. Buenos Aires. Antroposófica, 2012.
Grimm, Hans; Guillem Grimm. “La pícara cocinera”. “El doctor sabelotodo”en Todos los cuentos de los hermanos Grimm. Buenos Aires. Antroposófica, 2012.
Grau, Didi; Adamo, Paula. Quinquela, el pintor de La Boca. Buenos Aires: Calibroscopio, 2009. (Pinta tu aldea).

Haugomat, Tom. A través. Buenos Aires: Pípala, 2019.
Hinojosa, Francisco; Rafael Barajas el Fisgón, ilustraciones. A golpe de calcetín. México: FCE, 2000. (A la orilla del viento).
Hughes, Monica; Luis Garay, ilustraciones. Un puñado de semillas. Caracas: Ekaré,1996.
Huidobro, Norma; Poly Bernatene, ilustraciones. José Pérez, astronauta. Buenos Aires: SM, 2010. (El Barco de Vapor).
Istvansch.Todo lo que es Juan. Buenos Aires: AZ, 2018.
Jennings, Paul; Mauricio Gómez Morin, ilustraciones. La garra. México: Fondo de Cultura Económica, 1997. (A la orilla del viento).
Katz, Silvia; alumnos del Taller Azul. El oficio de imaginar: guía insólita de profesiones, trabajos y afines. Salta, Laralazul, 2012.
Kaufman, Ruth,  Daniel Roldán, ilustraciones. Donde la ciudad termina. Buenos Aires: Pequeño editor, 2014. (Incluso los grandes). 
Kitamura, Satoshi. ¿Qué le pasa a mi cabello? México: Fondo de Cultura Económica, 2013. (Los Especiales de A la orilla del viento).
Knudsen, Michelle; Kevin Hawkes, ilustraciones. León de biblioteca. 2a ed. Barcelona: Ekaré, 2007.
Lago, Angela. De noche en la calle. Caracas: Ekaré, 1999.
Le Huche, Magali. Héctor, el hombre extraordinariamente fuerte. Buenos Aires: Pípala, 2019.
Lima, Juan. Botánica poética. Buenos Aires: Calibroscopio, 2015.
Los pelagatos. ¡A trabajar!  México: FCE, 2002. (Los Especiales de A la orilla del viento)

Mahy, Margaret. El secuestro de la bibliotecaria. Buenos Aires: Loqueleo, 2016.
Mansour Manzur, Vivian; Martha Avilés, ilustraciones. El peinado de la tía Chofi. México: Fondo de Cultura Económica, 2002. (Los Especiales de A la orilla del viento).
Mariño, Ricardo. El inventor. Buenos Aires: Sigmar. 2014.
Matiangeli, Susanna; Carrer, Chiara, ilustraciones. Cómo funciona la maestra. Buenos Aires: Calibroscopio, 2013.
Méndez, Mario. El viejo de la biblioteca. Zaragoza: Edelvives, 2010. (Ala Delta).
Méndez, Mario. Música, maestro. Buenos Aires: Hola Chicos, 2020.
Méndez, Mario; Gotlibowski, Leicia, ilustraciones. Ana y las olas. Buenos Aires: Ríos de tinta, 2010. (Huellas de tinta).
Méndez, Mario; Mariano Díaz Prieto, ilustraciones. Prohibido ordenar. Buenos Aires: Pequeño Editor, 2014.
Mizielinska, Aleksandra; Daniel Mizielinska, ilustraciones. ¿Qué será de tí? Barcelona: Libros del Zorro Rojo, 2011.
Montes, Graciela; Elena Torres, ilustraciones. La guerra de los panes. Buenos Aires: Sudamericana, 1993. (Pan flauta)
Montes, Graciela; Julia Díaz, ilustraciones. Teodo. Buenos Aires:  Eudeba, 2017. (Cuentos del Chiribitil).
Mouchet, Nadine; Sophie Bordet. Cuando sea grande quiero ser… Buenos Aires: Iamiqué, 2008.
Murari, Bruno. El ilusionista amarillo. Buenos Aires: Niño, 2020.
Murari, Bruno. El vendedor de animales. Buenos Aires: Niño, 2017.
Naumann-Villemin, Christine. El lobo feroz sólo quiere ser amado. Buenos Aires. Pípala, 2010.
Neeman, Sylvie; Albertine, ilustraciones. El mar es redondo. Santiago de Chile: Amanuta, 2016.
Pérez Sabbi, Mercedes; Luciana Fernández, ilustraciones. Sopa de estrellas. Buenos Aires: Sudamericana, 2003. (Los caminadores).
Pescetti, Luis María; N. T., ilustraciones. Cartas al Rey de la Cabina. México: Fondo de Cultura Económica, 2010. (Los Especiales de A la orilla del viento).
Pizarro, Andrea. Júbilo. Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Limonero, 2016.
Porcelli, Piussi, Liza. Peralta y yo. Buenos Aires: SM, 2013. (Gran Angular).
Potes, Marisa; Pablo Tambuscio, ilustraciones. Un caso de novela. Buenos Aires: SM, 2015. (El Barco de Vapor).
Ramos, María Cristina. El trasluz. Buenos Aires: SM, 2013. (Gran Angular).
Repún, Graciela; Eleonora Arroyo, ilustraciones. El príncipe Medafiaca. Buenos Aires: SM, 2011. (El Barco de Vapor).
Repún, Graciela; Eleonora Arroyo, ilustraciones. Medafiaca trabaja de rey. Buenos Aires: SM, 2016. (El Barco de Vapor).
Rivera, Iris. Lauchas. Buenos Aires: SM, 2018. (Barco de vapor)
Rôo, Georgina; Maximiliano Luchini, ilustraciones. ¿Qué crees tú que puedes hacer en mi circo? Buenos Aires: Pequeño editor, 2006. 
Rovella, J. J. La Brunella. Buenos Aires: De la Flor, 2017.
Sanabria, José. Con el paso del tiempo. Córdoba, Argentina: Comunicarte, 2015.


Sánchez, Ana María, con ilustraciones de Paloma Valdivia. ¿En qué trabajan? México: FCE; UNAM; DGDC, 2015. (Ojitos pajaritos).
Schimmel, Lawrence; Alba Marina Rivera, ilustraciones. Vamos a ver a papá. Caracas: Ekaré, 2010.
Schuff, Nicolás; Pablo Picyk, ilustraciones. Los equilibristas. Buenos Aires: Edelvives, 2015.
Selznick, Brian. La invención de Hugo Cabret. Madrid: SM, 2007.
Sender, Ana. El buscador de orquídeas. Sevilla: Tres Tigres Tristes, 2016.
Sevilla, Fabián; Tony Ganem, ilustraciones. El viernes que llovió un circo. Buenos Aires: SM, 2014. (El Barco de Vapor).
Sevilla, Fabián; Alejandro O’ Kif. A Juanita su trabajo no la asusta. Ciudad de Buenos Aires: Riderchail, 2015. (Letras animadas).
Shujer, Silvia; Gabriela Burin, ilustraciones. Brujas con poco trabajo. Buenos Aires: Primera Sudamericana, 2013. 
Silveyra, Carlos; O`Kif, ilustraciones. El insólito viaje a Singapur de Mardoqueo Gómez, inventor. Buenos Aires: Santillana, 2001. (Leer es genial).
Silvia Schujer; Perica, ilustraciones. El astronauta del barrio. Buenos Aires, Alfaguara, 2011.
Singer, Irene; Giovanetti, ilustraciones. Espejismos. Buenos Aires: Calibroscopio, 2011.
Suez, Perla; María Jesús Álvarez, ilustraciones. Blum. Córdoba: Comunicarte, 2011. (Cola de ratón).
Sukaczer, Veronica; Martina Trach, ilustraciones. El inventor de puertas. Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Edelvives, 2020.
Sverdlick, Graciela; Christian Montenegro, ilustraciones. El hombrecito de la valija. Buenos Aires: SM, 2005. (El Barco de Vapor).
Vaccarini, Franco; Fabián Mezquita, ilustraciones. El centinela del jardín. Buenos Aires: Edelvives, 2010. (Aladelta).
Valdivia, Paloma. Duerme negrito. México: Fondo de Cultura Económica, 2012. (Los Especiales de A la orilla del viento).


Voltz, Christian. Como cada mañana. Sevilla: Kalandraka, 2004.
Wernicke, María. Contracorriente. Buenos Aires: Calibroscopio, 2019.
Wernicke, María. Cuando estamos juntas. Buenos Aires: Calibroscopio, 2016.
Wolf, Ema; Sanzol, Jorge, ilustraciones. Pollos de campo. Buenos Aires: Alfaguara, 1997 (Alfaguara juvenil).
Wolf, Ema. ¡Silencio, niños! y otros cuentos. Buenos Aires: Norma, 2011. (Torre de papel).
Zoboli, Giovanna; Mariachiara di Giorgio, ilustraciones. Profesión: cocodrilo. Buenos Aires: Pípala, 2018.
Zweig, Pablo. El señor Pérez va al trabajo. Buenos Aires: SM, 2005. (El Barco de Vapor).