COLOR DE ROSA. ESCENAS LEJOS DE LA IDEALIZACIÓN

COLOR DE ROSA. ESCENAS LEJOS DE LA IDEALIZACIÓN

En un número que tiene como eje la sexualidad, nada más tentador que mirar por la ventana, y en nuestro recorrido literario en búsqueda de la presencia o ausencia del deseo sexual en infancias y adolescencias,  nos encontramos  con este particular libro de postales, Color de rosa. Un abecedario. Nuestra compañera Verónica García Ontiveros* entrevistó a su autora, la artista visual Mariana Nobre*, y esto fue lo que nos contó.

Instantáneas, escenas, mini relatos de infancias y adolescencias,
en su mayoría vulneradas o vulnerables, situaciones que están ahí,
constantemente a nuestro alrededor.

Así comienza la presentación de Color de rosa en el blog de Mariana Nobre, el cual  elegimos por cómo cuenta visualmente, entre muchas otras cosas, realidades que incumben la sexualidad, los cuerpos y el deseo de niñxs y adolescentes.

Lo que vemos, lo que no vemos. Lo que la LIJ presenta a sus lectores y lo que no. ¿Qué mostrar?, ¿qué contar?, ¿hasta dónde?, ¿hasta cuándo? Pero que no sea del todo fácil encontrar estas cuestiones en la letra, y menos en la imagen, no significa que no existan, al contrario. Cobran mayor tamaño, tanto en el plano de lo real como en el artístico, por eso cuando aparecen, pueden hacerlo casi como un grito, como en el caso de Color de rosa.

De la entrevista a Mariana Nobre

Ventanas: ¿Contanos cómo nace, Color de rosa? Abecedario?

Mariana Nobre. Ante todo, el libro surge a partir de imágenes reales. Escenas con las que me iba encontrando, que iba viendo, captando, y me interpelaban profundamente. Las diferentes infancias y adolescencias son de gran interés para mí. Soy una estudiosa del tema, coleccionista de libros ilustrados, con más de doscientos en mi biblioteca.No es el primer libro que hago que aborda estas cuestiones, de hecho ahora mismo estoy trabajando en un nuevo proyecto.Dicho esto, todo el proceso, desde la necesidad de contar, la producción y selección llevó más de un año y medio.

V. Es un libro objeto?
M. N. No lo pensé como un libro objeto por definición. Se convirtió en lo que hoy es, porque ciertamente la gran cantidad de imágenes que había recabado, en la mirada total era un tanto bajón, y necesité encontrar una forma en que lo que mostrara no fuera definitivo, por eso la movilidad de las imágenes sueltas, para intercambiarlas, jugarlas, cambiar el comienzo o el final. El libro concebido como objeto, es una caja para abrir y descubrir,permite jugar, manipular el material a conveniencia. Abrir la caja para abrir preguntas, debates sobre las escenas planteadas. Lo pensé para que pueda usarse en grupos de trabajo, tal vez hasta en escuelas, como material facilitador para los docentes con sus alumnos, a la hora crear fisuras, aperturas, a ciertos temas que ofrecen dificultad o para los que no cuentan con textos escritos al respecto.

V. ¿Por qué postales?
M. N. Porque justamente se presentaron como escenas y una postal es eso, una instantánea de una imagen o una situación. Quería extraer lo que estaba sucediendo en lo que veía. Además, como te decía, quería que fuera dinámico, que pudieran armarse secuencias, historias, con comienzos y finales que no fueran absolutos. Como autora, elijo dejar lugar a los lectores para que sean quienes completan la historia. El formato permite abrir historias, más que cerrarlas.

V. ¿Y cómo fue el proceso de escribir los textos?
M. N. La idea fue contar pequeñas historias. El primer pensamiento fue crear un diálogo entre imagen y texto. Algunos completan la imagen, otros la contradicen, otros dejan un espacio, como un gran paréntesis para que el lector lo reponga.

V. ¿Cómo elegiste el nombre?
M. N. En primer lugar me gustan las frases hechas.
Y en este caso, además de estar el color rosa, estereotipado como algo “bueno”, contrastaba notoriamente con este resultado que te contaba de ver todo el trabajo junto y que fuera, digamos, denso.El color rosa me dejaba entrever la esperanza de que estas historias pueden tener un buen final, pese a que en un primer impacto algunas no lo parezcan.

V. ¿Y por qué un abecedario?
M. N. Inicialmente para acotar. Para poder ponerme un límite y elegir cuántas imágenes incluir porque eran más de cincuenta. Digamos que fue una herramienta. Luego llegó el desafío de las letras, que inspiraron los textos que acompañan las imágenes, porque no se trató de elegir nombres al azar, incluso para las letras más difíciles. No se trataba de poner “Ximena” o “Walter”. Una letra, un nombre, le aporta al proyecto un sentido de identidad, fundamental en estas etapas de la vida. Me parece importante que los protagonistas de las historias sean “alguien” en particular, y que sus deseos e historias sean especiales también.

¿Cuál es el recorrido que viene haciendo el libro?
M. N. Sorprendentemente, el libro viene haciendo un recorrido solo. Desde el comienzo supe que no iba a ser un libro fácil de publicar. Aun así lo presenté en el showroom de las Jornadas Profesionales para Ilustradores de la Feria del Libro, donde recibí muy buenas devoluciones de editoriales de todos los tamaños, incluso de las más grandes, pero nada que se concretara en la decisión de publicarlo. Esa primera maqueta, ajada como estaba luego de la muestra, alguien la quiso comprar, y le dije “No, te hago otra.” y así hice cinco y las vendí, hice diez y las vendí, hice quince y las vendí, veinte…

V. ¿Y por qué creés que pasa esto?
M. N. Es un libro que por algún lado se va metiendo porque pone la mirada en el centro. Aborda las infancias y adolescencias, en todos sus aspectos, de una forma más real, cuenta verdades más carnales, más desnudas, en imágenes que abren, que no se quedan en la mitad.

Mariana Nobre (Buenos Aires, 1978) es ilustradora, docente de Artes Visuales y actriz. Se formó en la UNA, de la cual egresó y en donde ejerce como profesora en la Carrera de Escultura desde el año 2006. Actualmente se dedica a la producción de libros de artista, libros objeto y libros ilustrados. Ganó en 2012 el Primer Premio en el concurso Arte Consentido por su obra «No soy el espejo» (libro objeto) y en 2019 obtuvo la mención de honor por su obra Color de Rosa. Un abecedario en el marco del 2do Congreso Mundial Infancia sin violencia. Publicó 3 libros ilustrados, El nacimiento de la Personaja (2010), La sala de Espera (2016) y Color de Rosa (2019).

*Verónica García Ontiveros es redactora publicitaria, escritora y coordinadora de talleres de escritura LIJ. Integra la Comisión Directiva de ALIJA.