Es tan difícil volver a Ítaca

Esteban Valentino

Buenos Aires: SM, 2010. (Gran Angular.)

No más partidas en el alma

                                               Por Nora Lía Sormani

Esta novela breve de Esteban Valentino invita al lector a traspasar un umbral, a sumergirse en el corazón de una madre y su hijo de 12 años, casi 13. Él, Eduardito, dormido, en coma, víctima del Síndrome de Melas, sin poder expresarse verbalmente, pero hablando con el alma al lector (a través del discurso directo), y ella, la mamá, a su lado, todas las noches en el hospital, acompañándolo incondicionalmente. Ante una  situación tan triste se plantea un objetivo, un nuevo plan de vida: hay que regresarlo a la vida, como Ulises, el personaje de Homero, cuando regresó a su patria, a Ítaca. Hay muchos riesgos en su estado, sobre todo porque su padre, Federico, falleció víctima de esta misma enfermedad, heredada por el pequeño, y desde entonces supieron que un “un por ahora puede ser un para siempre”. El nuevo plan de la madre es ayudarlo a revivir, a curarse, trazándole los caminos necesarios para regresar, un mapa de recursos para que no se olvide de la vida. Para ella, este proyecto se hace gigante y ya nada más le interesa. Su vida se transforma en una película donde ella y Eduardo son los protagonistas y el resto, extras. Todas las tardes, antes de llegar al hospital, repasa los capítulos de la Odisea que puedan darle herramientas a su hijo para construir sentidos y sobreponerse a la adversidad y es así como la literatura le sirve para transferir experiencias y sentidos. Se intercalan tarde a tarde las aventuras de Ulises y, progresivamente,  ambos personajes, madre e hijo, se van simbiotizando, él, con Ulises, y ella, con Penélope. Mientras tanto el lector disfruta de las confesiones y conversaciones internas entre madre e hijo, sencillas y deliciosas, únicas, porque ambos están en una situación límite y se animan a hablar con la verdad  y el corazón. Incluso, cuando Eduardo cumple 13, ella le trae un regalo de sensaciones: los olores y sonidos de sus épocas felices. La madre, además de contar la Odisea y de hacerle mimos en la oreja, le da consejos para aguantar: no caer en el “por qué a mí” y dejar de lado las “preguntotas” para poder disfrutar de las cosas más vitales y básicas de la existencia. 

Una novela sobre una madre que no puede dormir y un hijo que duerme todo el tiempo. Gracias a la escritura profunda y esencial de Valentino, el lector se emociona  cuando, sumergido en los acontecimientos y sentimientos de la obra, se encuentra con frases bellísimas, de alto nivel poético, que Valentino sabe mechar en el texto: “¿Cómo es de fuerte una palabra que grite más que el tiempo? La voy a encontrar. Que los médicos hagan su trabajo, que yo voy a hacer el mío” O también: “Yo soy Mónica Penélope, y tejo las ganas de unos ojos abiertos”, entre  muchas otras. Ambos personajes están conectados por los misterios del amor y la maternidad. La misma madre dice: “A veces pareciera que me escucharas”.  

La edición de la novela se completa con un reportaje a Esteban Valentino realizado por Laura Linzuain, que enriquece la lectura de la obra y los cantos I, VII, IX, X y XII de la Odisea de Homero. Una edición de lujo que conjuga la creación de uno de los más destacados autores de la literatura juvenil argentina actual con los fragmentos de la obra de Homero, un clásico insoslayable. En síntesis: lo antiguo se actualiza con lo contemporáneo y lo contemporáneo se carga de sentidos antiguos, una ida y vuelta, como los viajes de los grandiosos Eduardito y Ulises.