El marco se presentó inmejorable: una cálida noche, pero no agobiante; mucho público, bien dispuesto y con ganas de gozar del paseo, de los libros, de los comercios, de las propuestas, de la música; y los comerciantes también muy felices de ver sus locales poblados como en los relatos míticos de aquella “Corrientes que nunca duerme”.

ALIJA participó por primera vez de esta convocatoria, y presentó dos actividades, un taller para abuelos con ganas de promover la lectura entre los chicos (en El gato negro), que contó con la coordinación de Daniela Magnone y Cecilia Fernández; y un taller para adultos, a cargo de Carlos Silveyra (en el Centro Cultural de la Cooperación), que versó sobre cómo leer el cuento de las buenas noches.

Tuvimos participantes de Tres Arroyos, abuelos recién estrenados que quieren leerles a sus nietos, la directora de un jardín, dos abuelas narradoras orales, un promotor de la lectura de Provincia de Bs.As. y su esposa narradora oral, un padre de un chico de 11 años que quiere que su hijo se interese por la lectura, lectores interesados en la promoción de las lecturas de la Biblia. Carlos Silveyra y Alicia Salvi estuvieron en el salón del 3º piso del CCC haciendo una lectura colectiva de un cuento de Ema Wolf, a sala llena.

Se leyó, se reflexionó, se disfrutó y, como cierre, cada participante se fue con un libro (Los imposibles o Silencio niños, ambos de Ema Wolf , o Cuentos del Paí Luchí, de Laura Devetach).

Gracias a todos los que nos acompañaron y el deseo de que el año próximo nos volvamos a encontrar.