Reseña de La luna lleva un silencio. Destacado ALIJA 2012 en la Categoría Poesía.
Ilustradora: Paula Alenda
Editorial: Aique/Anaya
ISBN: 978-987-06-2057-6
Primera edición: 2010 (Ed. española, 2005).
“Que en la rama estaba
sentadito el aire,
bajo una sombrilla
de papel flotante.
Camisa de hoja,
pantalón de baile
y una capa fresca
de clavel del aire.
Estaban tan calmas
las sombras de sauce,
que se columpiaban
para no olvidarse
que en la rama estaba
sentadito el aire.”
Poemas a la luna y al cielo, a las travesuras del viento y los susurros de la mar. Poesía sobre los avatares de sapos, ratones, cangrejos, ranas, ovejas y arañas, también alguna luciérnaga y un gusanito de seda. Los secretos de las caracolas y el cantar de la calandria y el zorzal. Estos son algunos de los temas abordados en esta obra poética. Este libro de poemas en una puerta para que los pequeños lectores se adentren en la musicalidad, el ritmo y la rima invitados por un estilo impecable que complace todos los sentidos. Se trata de una poesía colmada de metáforas, imágenes sensoriales, repeticiones y anáforas. El excelente trabajo con el lenguaje da cuenta de la belleza de las palabras que se despliega en todo su esplendor y significante. Algunos tópicos pueden parecer recurrentes en la autora pero se trata de su propia búsqueda: su fascinación por los cielos patagónicos, las preguntas sobre la luna que la rodeaban en la infancia y su interés en captar los misterios de la naturaleza. Dice Borges, y cita Ramos en la sección Escribieron y dibujaron, que “hay una hora de la tarde en la que la llanura está por decir algo; nunca lo dice o tal vez lo dice infinitamente y no lo entendemos, o lo entendemos, pero es intraducible como una música…”.
Las ilustraciones de Paula Alenda generan, probablemente por su estilo y la técnica elegida, el clima perfecto para sumergirse en estos misterios tan bellamente vestidos. Y hecho de algunas imágenes se traspasen al reverso de la hoja (probablemente no intencionado), genera una sutileza acorde con el espacio poético creado y se resignifican los difusos límites que a veces hallamos en la naturaleza, como suele ocurrir entre el mar y el cielo. Por la calidad de esta obra poética (y lo que me genera a mí como lectora) debería ser un derecho de todos los niños leer o escuchar estos poemas.
Reseña escrita por Pilar Muñoz Lascano. Publicada en Cubos de mi torre.