CHAU, MARÍA ELENA

Resultó ser que no eras inmortal, querida María Elena. Sí; sabemos que tus libros te sobreviven, que tu enorme sencillez, esa sencillez que generó ensayos, tesis, reflexiones sesudas, es justamente el rasgo más sólido de tus palabras, de tus canciones, de tu teatro, ese rasgo que te hará inolvidable.

Te fuiste hoy y nos dejás llenos de sonidos bellos, llenos de vos, querida María Elena. Te fuiste hoy y nos dejaste tus convicciones, tu ética, tu tozudez.

Toda la gente de la literatura infantil, del teatro, de la música, de la narrativa está hoy acongojada, con un nudo en la garganta.

Te fuiste hoy y todos sentimos que, como dice tu Felipito Tacatún, ¡Estamos fritos!

Se cierra el telón y nos ponemos de pie para aplaudirte hasta que nos duelan las manos y si el llanto nos lo permite, gritarte una y mil veces ¡Bravo!

Nos acompañan, como para amenguar la soledad, la Reina Batata, Manuelita, la Vaca Estudiosa y tantos pero tantos seres maravillosos que vos creaste.

Una pequeña alegría (tal vez sea el comienzo de la resignación): se acabaron los dolores.

Chau, María Elena

Carlos Silveyra y ALIJA toda.

La noticia en la prensa: La Nación , Página12 , Clarín

Una muestra con primeras ediciones de la obra de María Elena Walsh