Como agua

Texto: Eduardo Abel Gimenez; ilustraciones: Cecilia Afonso Esteves

Buenos Aires: Del Eclipse, 2009 (Libros–álbum del Eclipse)

Recomendado para lectores de 8 años en adelante

Destacado ALIJA 2009, categoría Diseño

Los poemas de este libro tienen un hilo conductor, más precisamente un hilo de agua: sus títulos –colocados al pie de la página- son: nubes, lluvia, charco, olas, cascada, vidrio empañado, arroyo, en recipientes, marea baja. El título del libro adelanta la estructura de los textos: todos comienzan –anafóricamente— con “como”, estableciendo una comparación o una cadena de comparaciones: «como los deseos», «como irte y volver», «como la memoria». A veces un texto que venía deslizándose suavemente finaliza con una “caída”: «Como ponerse zapatos / ponerse nervioso / ponerse sombrero / ponerse a resguardo. // Como ponerse de pie / y dejar que una lágrima / lo cambie todo».

Al final de algunos versos hay unos círculos pequeños con fragmentos de la ilustración, que se repiten debajo junto con otras palabras, como una especie de llamada al pie que en ocasiones se expande hasta ser más larga que el texto de arriba y, otras veces, contiene variaciones del mismo, como en un paradigma. Por ejemplo: en uno de los poemas hay cuatro de estas “llamadas ilustradas” y en cada una de ellas aparece otra versión del verso, donde “mañana” ha sido sustituido por “noche” y viceversa, en un juego de antítesis con el texto precedente. Otras veces, también con esta función paradigmática, el verso dice «Como dividirte en mil pedazos» y la “llamada al pie” ofrece «como multiplicarte en mil pedazos». Estos paratextos (con letra más pequeña) ofrecen otras versiones, son eco del texto y, al mismo tiempo, su diferencia.

Otra particularidad de lo paratextual es la presencia, al final, de una página doble que, bajo el título citasofrece dos definiciones de agua (una de diccionario y otra de Wikipedia) y una referencia mitológica, del diccionario de símbolos de Cirlot. En la página opuesta, otras tres citas, pero esta vez icónicas, una con el modelo molecular del agua, la otra con la grafía de la palabra en el I Ching y la tercera con un grabado antiguo que representa al agua en la figura de mujer, tal vez una nereida.

Las ilustraciones se hicieron en collage con papeles superpuestos, a veces con transparencias, y un estilo ingenuo con reminiscencias infantiles. Son totalmente armónicas con los textos y, como hemos visto, en algunos casos se entrelazan con ellos. La ilustradora realizó el diseño del libro, que fue el destacado de ALIJA en este rubro. Al principio y al final, una página de papel de calcar, transparente “como agua”. La tipografía elegida imita la de una máquina de escribir, las letras tienen los agujeros rellenos, como si los tipos estuvieran demasiado entintados. Anda por allí una letra a seguida de punto (a.), haciendo jugar lo tipográfico como elemento de la ilustración. Todo suma para dar un aire artesanal a la edición, como de “hecho a mano”.

Para lectores de cualquier edad, pero sobre todo para quien disfrute de los pequeños detalles.

Elena Stapich